Si te ves afectado por onicocriptosis —término científico de las uñas enterradas— con asiduidad, debes lavar tus pies con agua todos los días y desinfectar las uñas, los dedos y el propio corta uñas.
La limpieza no solo es importante para prevenir futuras infecciones, sino que también reducirá la hinchazón y ablandará la uña llegando, incluso, a favorecer una caída natural. Eso sí, no intentes arrancar la uña por tus propios medios, eso solo conseguirá agravar la infección.
Mucho ojo con secarte mal después de cada baño, ya que la humedad constante puede derivar en onicomicosis —hongos en las uñas de los pies—.