Además de la falta de sensibilidad, la posible sequedad en la piel y los problemas vasculares incrementan el riesgo de aparición de úlceras, que si no son tratadas a tiempo y controladas regularmente con el tratamiento correspondiente, el paciente puede sufrir consecuencias graves como la amputación. Por eso hay que tratarlas con inmediatez, para que la úlcera se cierre de forma correcta.
Otros síntomas muy comunes en pacientes con pie diabético son los hormigueos y calambres reiteradamente.