La principal causa de rotura y desgaste de la estructura ósea de nuestro pie es la pisada. Si pisamos mal, la planta del pie se somete a un sobreesfuerzo que, a larga, repercute enormemente en toda la articulación, produciendo la lesión de las partes blandas de la zona.
En este caso, la mala pisada o las deformidades óseas son las culpables de que se distribuya erróneamente la presión, consiguiendo que parte de ella acabe en los huesos metatarsianos inferiores.
Es muy importante utilizar plantillas ortopédicas podológicas para suplir esa carencia propia de la mala pisada y, por supuesto, poder tratarla. Nuestras plantillas ortopédicas personalizadas se adaptan a cada pie y cada paciente. El tratamiento más novedoso es con láser terapéutico, que ayuda a disminuir el dolor y bioestimular los tejidos para la correcta recuperación.