Los pies planos flexibles son una alteración que en ocasiones no necesita un tratamiento específico, ya que se soluciona de forma natural y esporádica. Sin embargo, existen casos en los que esta patología deriva en problemas más serios, por lo que es necesario realizar un seguimiento del desarrollo del pie
El problema radica en la falta de síntomas que puedan aportar pistas sobre la existencia de los pies planos flexibles en los niños, lo que dificulta enormemente un diagnóstico temprano. La única manera realmente efectiva son las revisiones periódicas por parte de podólogos.
Entonces, ¿debes preocuparte si tu hijo tiene pies planos flexibles?, pues depende del tiempo que se haya tardado en diagnosticarlos, ya que es precisamente la falta de seguimiento la principal causa de agravamiento al no tratar la patología a tiempo. De hecho, un pie plano flexible que no es tratado y no termina de corregirse puede llegar a afectar a otras zonas del cuerpo, como son la rodilla, la cadera y la espalda.
Es muy importante, si notas que tu hijo desvía ligeramente el pie al andar o deforma el calzado, acudir al médico antes de que el problema evolucione.